La gestión de la cadena de valor (VSM) es un enfoque probado para mejorar el valor, el flujo y la calidad del software de TI de una empresa. La VSM es un enfoque prescriptivo bien entendido para la entrega de valor a través de un flujo de trabajo de varias fases.
La VSM requiere visibilidad en todo el ciclo de vida del desarrollo y la entrega digitales, se centra en el valor entregado en cada paso del proceso y busca maximizar el flujo al mismo tiempo que se eliminan todo tipo de residuos.
Las cadenas de valor digitales son el conjunto de actividades vinculadas que ofrecen capacidades basadas en software que potencian las cadenas de valor empresariales. Cada cadena de valor digital abarca cinco fases canónicas: Planificación | Compilación | Pruebas | Entrega | Ejecución.
Los cadenas de valor digitales potencian las cadenas de valor empresariales, es decir, el conjunto de actividades vinculadas que proporcionan valor a los clientes, proveedores o empleados finales. Las fases de las cadenas de valor empresariales, a diferencia de lo que sucede con las cadenas de valor digitales, varían ampliamente. Un ejemplo de una cadena de valor comercial en la banca es la banca móvil o incluso la banca de consumo en general. Un ejemplo de cadena de valor empresarial en los seguros es el procesamiento de reclamaciones, desde el envío hasta el cierre. Un ejemplo de cadena de valor empresarial en las telecomunicaciones es la incorporación del cliente. Debido a que cada empresa actual de prácticamente cualquier sector está basada en software, la competitividad de cada empresa depende de sus cadenas de valor digitales.
Cada cadena de valor empresarial requiere una o más cadenas de valor digitales, ya que cada cadena de valor empresarial está basada en sistemas digitales, que a menudo se consideran productos digitales, sumados a los propietarios y gestores de los productos. La realidad actual de los propietarios de cadenas de valor empresariales es que tienen una visibilidad mínima y una gran frustración con respecto al valor que ofrece su cadena de valor digital. Mientras tanto, los propietarios de las cadenas de valor digitales no dan abasto con tanta complejidad y carecen de la capacidad sistémica necesaria para aprovechar las prácticas probadas de gestión de la cadena de valor. Esto da como resultado una debilidad competitiva, especialmente ante el desafío de los competidores nativos digitales que proporcionan valor digital de alta calidad de forma rápida y continua.
Mediante el uso de herramientas de gestión de la cadena de valor, las organizaciones adquieren una visión general de los procesos interconectados que conforman el SDLC y que abarcan desde la generación de ideas hasta la entrega del software. De esta forma, los equipos de TI y de desarrollo de software pueden analizar mejor cada uno de los puntos de contacto que existen en la cadena de valor con el objetivo de mejorar los flujos de trabajo, eliminar residuos, aumentar la automatización y seguir cumpliendo las normas.
En los enfoques de la cadena de valor, el cliente tiene siempre prioridad. Ayudan a las organizaciones que desarrollan software de última generación a adoptar un modelo operativo de producto en detrimento de un enfoque basado en las características y la funcionalidad.
Estas mejores prácticas adoptan una postura económica y aplican un pensamiento sistémico para llevar a cabo un desarrollo gradual con unos ciclos de aprendizaje rápidos e integrados. Es esencial centrarse en la alineación, en una calidad inherente y en la transparencia.
En esencia, la gestión de la cadena de valor ofrece una visión general del SDLC. Ayuda a las organizaciones a descubrir silos ocultos, obstáculos, riesgos e ineficiencias entre los equipos multidisciplinares. Una vez detectados, estos equipos pueden abordar los problemas en cuestión y centrarse en maximizar el valor para los clientes en cada paso del proceso de desarrollo. Es fundamental que las empresas que se dedican al software, sean del tamaño que sean, conozcan el papel tan importante que desempeña la gestión de la cadena de valor a la hora de ampliar la transformación de Agile y DevOps.
Sin la información holística basada en datos procedente de la gestión de la cadena de valor, puede ser difícil gestionar de manera eficaz el desarrollo de software moderno y maximizar la entrega de valor.
Al contar con una visión general de todo el SDLC, la gestión de la cadena de valor permite a los equipos de software identificar y examinar elementos críticos desde el punto de vista del cliente. Esta perspectiva también ayuda a los equipos a detectar rápidamente problemas o retrasos, a eliminar actividades inútiles y a tener margen para la innovación.
El análisis de causa raíz basado en IA identifica los cuellos de botella que retrasan la comercialización de un producto. Cuando los equipos averiguan a qué se deben las ineficiencias en los procesos de desarrollo y pruebas, pueden trabajar para mejorarlos y maximizar la productividad.
Cada vez que se va a lanzar una nueva versión, es importante evaluar y eliminar los riesgos que pueden afectar la calidad del producto. Por lo tanto, los equipos deben identificar el riesgo cuanto antes. La gestión de la cadena de valor permite identificar posibles demoras posteriores en el proceso antes de que se produzcan realmente. Las tendencias y el comportamiento de los datos hacen que los procesos del SDLC sean más predecibles, lo que permite a los equipos ver patrones que podrían afectar al rendimiento en la cadena de valor.
Además, la gestión de la cadena de valor ayuda a las organizaciones a ver cómo algunas prácticas establecidas, como la estandarización de la interfaz de usuario, afectan el tiempo de comercialización, la gestión de riesgos y la generación de valor.
La gestión de la cadena de valor armoniza las iniciativas de desarrollo de software más importantes de una empresa. Proporciona una perspectiva holística de todo el proceso de desarrollo de software teniendo en cuenta multitud de variables. Es esencial para maximizar la creación de valor comercial, la satisfacción del cliente y, en última instancia, la ventaja competitiva.
Una plataforma moderna e integral para la gestión de la cadena de valor no debe limitarse solamente a proporcionar información en tiempo real. También debe habilitar medios para poder tomar medidas siempre que sea necesario. Las plataformas de gestión de la cadena de valor son sistemas flexibles que se pueden integrar con sus cadenas de herramientas actuales. Al mismo tiempo, proporcionan características y funciones adicionales como IA predictiva, automatización inteligente y calidad continua.
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